La ciudad de Salta le hace honor a su apodo. Es bella. A mi particularmente me llaman la atención las puertas y los balcones. Cual mas lindo, cual mas cuidadito. Claro que la catedral, las iglesias, las plazas y los museos también tienen mucho encanto. No pase mas que un día en Salta pero camine bastante y por la noche fui a comer al patio de las empanadas y a conocer la tan famosa Valderrama, que hoy en día de lugar bohemio no tiene nada, es un lugar para turistas, con espectáculo y todo. No se como habrá sido cuando le hicieron la canción, yo me imagine siempre un barcito donde sentarme a escuchar guitarreadas y bailarme unas chacareras y siempre dije que cuando vaya a Salta iba a ir a Valderrama a tomarme unos tintos, pero bue, no pude ni entrar, porque hay que pagar entrada, si.
La quebrada de Cafayate me dejo muda. Yo no soy poeta ni mucho menos, apenas si escribo al estilo alumna de quinto grado, así que sepan disculpar mi pobre relato de tan grandioso lugar. Técnicamente les diré que son muchisimas formaciones rocosas entre los valles y quebradas. Todas distintas entre si en tamaño, forma y color. Es una sorpresa a cada paso, uno va pensando que ya mejor que lo vio no va a ver, y la quebrada nos sigue sorprendiendo. Y uno siente una paz enorme y mucho agradecimiento a la madre tierra por el paisaje que nos brinda. Yo pienso que es el sitio en donde habitan los Dioses Calchaquies.
Cafayate es un lindo pueblo, probé el helado que mas me ha gustado, no es el de vino, no, es el de tuna. El tan famoso helado de vino me desagrado en sus dos presentaciones, el blanco y el rojo. Sobre gustos...
De Cafayate a Cachi hay que pasar por Angastaco, en donde empieza la quebrada de las flechas, que tuve el placer de hacer en la caja de una camioneta y que es bello bello bello.
Cachi, pueblo pintoresco, pequeñito, muy limpio.
Para volver a Salta es hermoso hacerlo por La Cuesta del Obispo, indescriptible también. Lo hicimos con dos amigas en un camión a paso de hombre y fue maravilloso. El camino va bajando a pura curva por un valle que parece de fantasía.
De fantasía, así puedo definir el recorrido entre los Valles...
La quebrada de Cafayate me dejo muda. Yo no soy poeta ni mucho menos, apenas si escribo al estilo alumna de quinto grado, así que sepan disculpar mi pobre relato de tan grandioso lugar. Técnicamente les diré que son muchisimas formaciones rocosas entre los valles y quebradas. Todas distintas entre si en tamaño, forma y color. Es una sorpresa a cada paso, uno va pensando que ya mejor que lo vio no va a ver, y la quebrada nos sigue sorprendiendo. Y uno siente una paz enorme y mucho agradecimiento a la madre tierra por el paisaje que nos brinda. Yo pienso que es el sitio en donde habitan los Dioses Calchaquies.
Cafayate es un lindo pueblo, probé el helado que mas me ha gustado, no es el de vino, no, es el de tuna. El tan famoso helado de vino me desagrado en sus dos presentaciones, el blanco y el rojo. Sobre gustos...
De Cafayate a Cachi hay que pasar por Angastaco, en donde empieza la quebrada de las flechas, que tuve el placer de hacer en la caja de una camioneta y que es bello bello bello.
Cachi, pueblo pintoresco, pequeñito, muy limpio.
Para volver a Salta es hermoso hacerlo por La Cuesta del Obispo, indescriptible también. Lo hicimos con dos amigas en un camión a paso de hombre y fue maravilloso. El camino va bajando a pura curva por un valle que parece de fantasía.
De fantasía, así puedo definir el recorrido entre los Valles...
Hay gente que cambia el paisaje...
Hilda vive en Cachi, tiene 45 años y 5 hijos. Escribe una revista para difundir la cultura de su pueblo y luego la vende en la plaza. También teje telares y cuando los termina los vende en el pueblo. Hilda es politeísta. Cree en la Pachamama y le ofrece cada día comida y bebida, y cuando no tiene nada le regala una copla. Las coplas y las bagualas se aprenden de la gente mayor, pero luego cada uno quiere hacer la suya propia. Hilda me cuenta que cuando alguien muere siempre se ponen tristes porque la persona no va a estar mas físicamente. pero el alma queda en el lugar y por eso también festejan. El cielo y el infierno son cosas de los católicos. Hilda cree que hubo una diosa que creo todo y que les enseño a domesticar plantas y animales y a cuidar la tierra. El sol es un dios y si no hay sol no hay energía para la vida. Por eso el 21 de junio celebran el Inti Raymi y esperan al sol con coplas.
En la Cuesta del Obispo hay dos chicos vendiendo artesanías. Lucas tiene 16 años y hace collares y prendedores con forma de llamas y cóndores en alpaca. A Lucas su papa le enseño a hacer artesanías. Marcos hace ocarinas de cerámica, lo aprendió de un vecino.Lucas y Marcos son dos hermanitos de Alemania, un pueblo de Salta. Son muy inteligentes y creativos. Viajan una vez por semana a este lugar a vender. Hacen noche allí cerca en su carpa y al otro día pasan por Salta a comprar material para volver a casa y seguir produciendo. En Alemania viven 5 familias que se dedican a la artesanía.
1 comentario:
y encima si el camionero tiene en su haber una cdtera con musica de leon gieco, una mini cocinita con una pava lista para entrar en funciones y es buena onda.. el viaje por lugares de fantasia parece hecho en alfombra voladora
PD: eugeee que lindo leertee y viajar con vos, en persona y ahora a traves de tus escritos!!
besotes negraaa
PD2: el negra che es para contrastar con los negros usted?
Publicar un comentario